El pico de coral (
Estrilda astrild) es un paseriforme de origen africano que, como otras especies exóticas, se ha establecido en la Península por el escape o la suelta de ejemplares mantenidos en cautividad.
El pasado día 12, Paco Hidalgo vió un ejemplar en el molino de Geldres, uno de los que jalonan el Guadiana en las cercanías de Corral de Calatrava.
Es posible que la especie haya conseguido llegar a la zona remontando el cauce del río, dado que la última edición del Atlas de Aves Reproductoras afirma que el pico de coral mantiene poblaciones estables en la provincia de Badajoz, a lo largo del cauce del Guadiana y en las zonas de regadío adyacentes.
La primera cita de reproducción fue en esos humedales, en 1986; hoy se tiene constancia de su presencia en más de 20 provincias españolas. Su velocidad de expansión es de unos 13 km al año.
Sin embargo, no se trata de la primera cita de pico de coral en la provincia pues, aunque el Anuario Ornitológico de Ciudad Real no lo había registrado todavía, el Atlas recoge anteriores citas de reproducción en diferentes puntos del centro peninsular, como Madrid y Ciudad Real.
Se desconoce el impacto que el pico de coral pueda causar sobre los hábitats que ocupa en España, principalmente zonas húmedas con vegetación palustre, ni sobre las aves autóctonas ligadas a estos medios. No obstante, se ha demostrado su influencia negativa para la agricultura en países como Cabo Verde, donde ha ocasionado cuantiosas pérdidas económicas.
Imagen: Fotonatura.
